De niños, nos hacen cuentos a la hora de dormir, de comer, o para entretenernos. A mi abuela, le gustaba contarnos “cosas verídicas”, decía ella, y las disfrazaba de tal manera que nunca supimos si eran ciertas o no. Mi abuelo, el isleño, el que nos enseñó a silbar, también nos hacía cuentos. Un día, mi hermano, mayor que yo, preguntó: -Abuelo ¿Qué es el holocausto? El rostro de abuelo se puso tenso, nos miraba sin vernos, y dijo muy quedo: -Le llaman, el crimen de la historia.
Obtenlo en: www.amazon.com